No importa cómo la sirvas, la seguridad pertenece al menú de Acción de Gracias
La expresión “muchas manos en un plato hacen mucho garabato” podría describir perfectamente una situación exagerada.
Pero en el Día de Acción de Gracias, el peor del año cuando se trata de incendios en las cocinas residenciales, tener siempre al menos un par de manos en la cocina es, sin duda, la forma más segura de prevenir la causa principal de este tipo de incendio: los descuidos con la comida que está cocinándose en la estufa.
Esto es crucial todo el año, pero especialmente el Día de Acción de Gracias, cuando los incendios registrados en las cocinas residenciales de todo el país alcanzan un pico anual de 1,400, más del triple de los 430 de un día normal, según datos de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios. Los descuidos u olvidos a la hora de cocinar, especialmente al freír, asar y rehogar, son la causa de un tercio de estos incendios.
“Desde recibir a tus invitados a ver la televisión, hablar por teléfono y enviar mensajes de texto, las distracciones son comunes durante el Día de Acción de Gracias, pero nunca deben poner en riesgo la seguridad”, dijo Andrew Martínez, vicepresidente de Seguridad, Protección y Flexibilidad Empresarial de Southern California Edison. “Si sales de la cocina, aunque sea brevemente, apaga la estufa o pídele a alguien que la vigile, pero nunca descuides la comida que estés cocinando”.
Aunque estén en un lejano segundo lugar después de los descuidos u olvidos en la cocina como causa de los incendios que ocurren el Día de Acción de Gracias, los materiales abandonados o descartados como la acumulación de grasa tienen la misma probabilidad de producirse en la estufa, que es donde se inician alrededor del 61% de los incendios registrados en las cocinas residenciales.
Los detectores de humo en buenas condiciones de funcionamiento y los extintores adecuados son buenas medidas de preparación y se recomiendan firmemente ya que nunca debe usarse agua en los incendios eléctricos o aquellos provocados por la grasa de la cocina. A menudo, un incendio pequeño en la estufa puede extinguirse apagando el quemador y colocando una tapa sobre el objeto en llamas o utilizando bicarbonato de sodio, mientras que para los incendios en los hornos, muchas veces será suficiente apagar la fuente de calor y mantener la puerta cerrada, privando de oxígeno a las llamas.
Aunque cocinar es la causa principal de incendios domésticos, los electrodomésticos y cables de prolongación dañados también provocan incendios y accidentes eléctricos.
“Los cables eléctricos pelados o gastados son peligrosos por varios motivos”, dijo Martínez. “Obviamente, podrían provocar un incendio y también no ofrecer a los usuarios protección contra descargas eléctricas ni lesiones graves. Los electrodomésticos o todos los artículos que tengan cables gastados nunca deben usarse y deben cambiarse de inmediato”.
¿Y las freidoras de pavo? La asociación contra incendios continúa desaconsejando su uso residencial debido a que pueden provocar quemaduras graves y daños materiales, mientras que UL sigue negándose a certificarlas. Los expertos recomiendan que el público recurra a vendedores profesionales de pavos fritos, restaurantes, supermercados y tiendas de comestibles.
SCE desea que todos disfruten de un Día de Acción de Gracias seguro en el que se espera el consumo de 46 millones de pavos y ofrece otros consejos de seguridad: