Los reembolsos de SCE para los vehículos eléctricos usados tienen un impacto nacional
Una de las disposiciones de la Ley de Reducción de la Inflación que recientemente promulgó el presidente Biden es un crédito de $4,000 para los compradores de vehículos eléctricos usados.
Esto les resultará muy familiar a los clientes y empleados de Southern California Edison. La idea del crédito fiscal federal se inspiró en el Programa de reembolsos para vehículos eléctricos usados de SCE, lanzado el año pasado.
“Es un honor que los legisladores hayan decidido basarse en nuestra idea de ofrecer un crédito para los vehículos eléctricos usados”, dijo Caroline Choi, vicepresidenta principal de Asuntos Corporativos de Edison International y SCE. “En SCE, nuestro objetivo es asegurarnos de que todos nuestros usuarios se beneficien a medida que avanzamos hacia una economía de energía limpia, por lo que es emocionante observar que nuestros esfuerzos están teniendo un impacto en todo el país”.
En el programa de SCE, los clientes que compran o arriendan un vehículo eléctrico usado pueden recibir un reembolso estándar de $1,000, independientemente de sus ingresos, pero algunos clientes que cumplen los requisitos de ingresos pueden recibir $4,000.
Aunque es muy similar, el incentivo federal difiere levemente, fijando el importe del crédito fiscal en $4,000 o el 30% del precio del vehículo (la cifra que sea menor), y tiene un límite de ingresos de $75,000 para los individuos y $150,000 para las parejas. El vehículo usado debe tener más de dos años y un precio de venta inferior a $25,000.
Para los compradores de vehículos eléctricos nuevos, la Ley de Reducción de la Inflación extiende un crédito actual de $7,500 a los autos con un precio de hasta $55,000 y a las camionetas con un valor de hasta $80,000. También se eliminó el límite de 200,000 vehículos por fabricante, una medida que apoyaron SCE y muchos otros.
Ofrecer incentivos para comprar o arrendar vehículos eléctricos es una de las recomendaciones políticas que Edison International, la empresa matriz de SCE, incluyó en Mind the Gap, un análisis de las reformas y los cambios políticos necesarios para garantizar que California cumpla su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% antes del año 2030.
La nueva legislación, que entrará en efecto en enero de 2023, también establece:
- hasta $20,000 millones en préstamos para construir instalaciones nuevas para la fabricación de vehículos limpios en todo el país.
- $2,000 millones en subvenciones para reequipar las instalaciones automotrices actuales a fin de que puedan fabricar vehículos limpios.
- $3,000 millones para apoyar la compra e instalación de equipos y tecnología con emisiones cero en los puertos.
- $1,000 millones para vehículos pesados limpios, como autobuses escolares y de tránsito y camiones de servicio.
“Celebramos los progresos que se están logrando, tanto a nivel federal como estatal”, dijo Choi, elogiando a California por haber aprobado un presupuesto que incluye un paquete de $10,000 millones para vehículos con emisiones cero. “Pero también somos conscientes de la necesidad de aumentar el ritmo de adopción de los vehículos eléctricos y la infraestructura de apoyo para cumplir los ambiciosos objetivos del estado”.
A fin de alcanzar dichos objetivos, SCE destaca la necesidad de electrificar tres cuartas partes de los vehículos de pasajeros, dos tercios de los vehículos de carga media y un tercio de los vehículos de carga pesada que circulan en las carreteras de California antes del año 2045. Esto equivale a 26 millones de vehículos de pasajeros, 900,000 vehículos de carga media y 170,000 vehículos de carga pesada. A fin de lograr este nivel de electrificación del transporte, SCE calcula que se necesita una inversión de $175,000 millones en energía limpia, más otros $75,000 millones en la red de transmisión y distribución.
“Aunque indudablemente estos costos suenan muy altos, también representan puestos de trabajo bien remunerados en los sectores de la energía y la tecnología limpias”, dijo Choi. “Además, una reducción del gasto en combustibles fósiles como la gasolina, el diésel y el gas natural supondrá un mayor ahorro energético para los clientes a largo plazo”.